martes, 24 de julio de 2012


SOLIPSISMO.
Una historia de soledades dispares.

Una tarde como cualquier otra donde el gris del cielo obsequiaba augurios de tristeza y melancolía, un joven de apariencia serena y mirada lúcida se acercó a una grandiosa roca, que ubicada en una de las puertas, adorna el campus de nuestra universidad; él, con un detenimiento insospechado, como si lo sorprendiera algo de ella, empezó a escribir en su libreta; yo en realidad quería saber que escribía, que tanto le inspiraba aquel voluptuoso cuerpo inerte. Después de un momento donde la narración del chico encontró su punto final, se acercó y me obsequio su escrito antes de partir; lo mire con una ansiedad despierta y leí los siguientes versos:


"Siempre indiferente y serena frente a los más inesperados sucesos que rodean  a la comunidad universitaria. Ella ha sido y será fiel  testigo de peleas irrazonables, de besos inusitados, abrazos inesperados producto de palabras y  miradas apasionadas.  Víctima  de gases  policiacos   y escupitajos estudiantiles. Eternamente fuerte y  tranquila ante los azares de la vida, incorruptible y silenciosa permanece, erigiéndose desde las profundidades de la tierra, bajo un cielo de colores y sombras hoy casi  impredecibles.                                    ¡Mágica piedra como quisiera que mis lagrimas y mi cuerpo se fosilizaran para adquirir el arte de morir sin morir, de existir sin existir y de ser sin serlo!                Yeison García.

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