Control: : Danza árabe. 7" Locutor1:Historia de los dos que soñaron:
El historiador arábigo El Ixaquí refiere este suceso:
Control: Danza
árabe 4” y baja a fondo.
Narrador: Esta
noche les relatare la siguiente historia: cuentan los hombres dignos de fe, que hubo en el Cairo un hombre poseedor de grandes riquezas, pero tan magnánimo y liberal que
todas las perdió, menos la casa de su padre, y que se vio forzado a trabajar
para ganarse el pan. Trabajó tanto que el sueño lo rindió una noche debajo de
una higuera de su jardín y vio en el sueño un hombre empapado que se sacó de la
boca una moneda de oro y le dijo:
Control: Campanillas
fantásticas 3”y baja fondo
Hombre empapado:
Mohamed Tu fortuna está en Persia, en Isfahán; vete a buscarla. Rápido que se
te acorta el tiempo.
Control:
Campanillas fantásticas 3”
Narrador: A la madrugada
siguiente se despertó y emprendió el largo viaje y Afrontó los peligros de los
desiertos, de las naves, de los piratas, de los idólatras, de los ríos, de las
fieras y de los hombres.
Mohamed: al fin
llegue a isfajan, pero un poco tarde, mientras amanece me recostare en el patio
de esta mezquita.
Narrador: Había,
junto a la mezquita, una casa y por el Decreto de Dios Todopoderoso, una
pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa, y las personas
que dormían se despertaron con el estruendo de los ladrones y pidieron socorro.
Control: Gritos
de auxilio y ruidos estrafalarios 3” y
baja fondo.
Narrador: hasta
que el capitán de los serenos de aquel distrito acudió con sus hombres y los
bandoleros huyeron por la azotea. El capitán hizo registrar la mezquita y en
ella dieron con el hombre de El Cairo, y le menudearon tales azotes con varas
de bambú que estuvo cerca de la muerte.
Control: sonido
de fuertes azotes
Narrador: A los
dos días recobró el sentido en la cárcel; El capitán lo mandó buscar y le
dijo:
Capitán: ¿Quién
eres y cuál es tu patria?
Mohamed: Soy de
la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre es Mohamed El Magrebí.
Capitán: ¿Qué te
trajo a Persia?
Mohamed: Un
hombre me ordenó en un sueño que viniera a Isfahán, porque ahí estaba mi
fortuna. Ya estoy en Isfahán y veo que esa fortuna que prometió deben ser los
azotes que tan generosamente me diste.
Narrador: Ante
semejantes palabras, el capitán se rio hasta descubrir las muelas del juicio y
acabó por decirle:
Capitán: Hombre
desatinado y crédulo, tres veces he soñado con una casa en la ciudad del Cairo
en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín una fuente, y bajo la fuente un
tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo, engendro de
una mula, has ido errando de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que
no te vuelva a ver en Isfahán. Toma estas monedas y vete.
Control: sonido
de monedas 3” y baja fondo.
Narrador: El
hombre las tomó y regresó a la patria. Debajo de la fuente de su jardín (que
era la del sueño del capitán) desenterró el tesoro.
Control: danza
árabe 8” segundos y baja fondo.
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